miércoles, 27 de abril de 2011

AGONÍA

Tengo fío, mucho frío. El aire de este lugar me llega a todas las partes de mi cuerpo. Ahora mismo estoy sintiendo que los dedos de mis manos, mis brazos, mis pechos, mi cuello están comenzando a inmovilizarse. No puedo tocarme la cara. No puedo ver nada, mis ojos están completamente sellados con mis párpados. ¡Qué me está ocurriendo! Es como si de repente me estuviera convirtiendo en una escultura de mármol. Intento gritar, pero es imposible, tampoco puedo mover la boca. ¡Qué es esto! No puedo moverme, no puedo chillar, no puedo pedir ayuda, nadie me oye ¡¡¡Socorro!!! Me estoy poniendo muy nerviosa. No puedo llorar, mis lágrimas se han secado. Tengo miedo. No quiero morir. Necesito salir de aquí. ¡¡Sí, bien, estoy notando mis manos!!, puedo sentir la tierra. Es como si estuviese enterrada de cintura para abajo. Voy a intentar salir, apoyando mis manos contra el suelo. No puedo, ¡maldita sea! Esta vez lo haré con más fuerza. ¡¡Tampoco!! No puedo más. Mis manos se acaban de incrustar por debajo. ¡¡Oh, no!! Necesito salir de aquí, ahora mismo¡¡¡Por favor, que alguien me ayude!!! No pueden oírme. Son mis pensamientos los que hablan. ¡¡¡¡Dios!!!!
¿Cuánto tiempo habrá pasado? Creo que me he quedado dormida. Mierda, no ha sido una pesadilla, es real. Mi corazón se está empezando a secar. Me cuesta respirar. ¿Qué será lo próximo? No, será mejor que no lo piense. Voy a dejarme vencer de nuevo por el sueño y que sea lo que Dios quiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario